Yo bloggueo, tu bloggueas,...

Que extraño resulta el hábito de bloggear.
¿Es la cercanía al Internet?
¿La oportunidad de decir cualquier cosa en cualquier momento para ser leída en cualquier lugar?

Blogguear como no queriendo perder algo.

Es una sensación parecida al miedo pensar que, al paso de los días sin postear nada, nuestro escaso…bueno…mi escaso auditorio terminará por rendirse y no visitar más este desolado espacio.

Bajo estas sensaciones, que se vuelven reflexiones al procurar claridad en el objetivo de postear, la cosa se complica para alguien obsesivo como yo.

Verán:
He hecho varios planes con respecto a este blog para darle una dirección, algún propósito. Cuando menos el de ser entretenido para aquellos que por casualidad o invitación caen por estos lares. Así, intenté hacerlo sobre lo cotidiano.

Pero no.

Después, me dije que sería un blog musical y le puse algunas rolas, sintiendo que sería fácil encontrar inspiración, dado el hecho de que un 90% del tiempo que paso frente a esta pantalla (bueno…no es ésta ésta... Ésta es la tuya) tengo alguna cosa sonando.

Eso tampoco resultó.

Pensé que tal vez debía aprovechar lo que encontraba en Internet con respecto a tecnología o juguetes para el blog y ver si le daba de una puta vez un pretexto de ser a Leprosa haciéndola de utilidad para la banda que gusta de bloggear y el software libre y ver videos cómicos o frikis y esas cosas. Descubrí que estaba chido pero no me dejaba salir de una especie de libreto: La página de la que yo había sacado información, imágenes y todo. No me motivo el asunto de mal copiar algo hacia lo cual, además, dejaba una liga.

Imagínese usted: Un servidor postéa que ha leído un articulillo, que ha visto un video o un comercial, da una explicación simplona que parece nunca alejarse del resumen que acompañaba al post original, trata de ser cordial y chistosito durante el texto y luego recomienda que se de usted una vuelta por el sitio del que ha sacado todo. Muy mal. No parecía honesto y no me satisfizo.

Necesitaba algo que decir y sobre todo libertad.

Libertad para escribir una idiotez y no sentirme responsable de hacerla pública. Me preguntaba cómo le hace la banda que escribe con frescura.

¿Cómo carajos se hace para escribir lo que venga en gana sin culpabilidad editorial?

¿Por qué todo parece caer en el lugar que corresponde en otros blogs y en el mío todo se siente como incoherente y forzado?

Seguramente, el que esto lea pensará que no tiene ninguna dificultad escribir mamada y media con felicidad y desapego. Incluso habrá el que diga que es más difícil escribir algo serio que desahogarse sin pedos en un blog personal.
Bueno, pues para mí no es así y cito un ejemplo: Medolías, mi otro blog.

Cuando hice Medolías en una lejana tarde del 2003, tenía todo planeado; Medolías se trataría exclusivamente de poemas propios basados en todas las estructuras poéticas rimadas que pudiera encontrar: cuartetas, décimas, serventesios, sonetos, sonetillos, redondillas…y un largo etc.

Si algo ha mantenido a ese blog vivo es su resistencia al cambio de paradigma, pues aunque ha cambiado la forma de presentar los versos al procurar hacer cosas dinámicas con el HTML, Medolías se trata de rimas y solo rimas. Encuentro una paz enorme sabiendo que, aunque no lo actualizo muy seguido, cuando lo hago es con un poemita de rima consonante y con versos bien medidos. Medolías no corre riesgo de desaparecer por que tiene su propósito muy claro.

Con Leprosa no sabía que hacer. Comenzó como un laboratorio de HTML, una página a la cual pudiera romperle la madre sin sentir gacho. Pero poco a poco me encariñé, además alguna banda lo visita y no he querido condenarlo al olvido.

Hace unos días metí la entrada del Hotel Hawai y algo cambió. Sentí la libertad de decir pendejada y media, sentí que no era responsable de lo que escribía y que éste, mi post más idiota, era a la vez el más personal y el que me señalaba el camino.

Ahora, atentísimo lector, creo que puedo escribir lo que sea sin sentirme culpable, estúpido o reprimido. Tengo la firme intención de poner lo que sea sin dirección fija y que la cosa fluya como por magia. Si nos gusta (a usted y a mi) bien, y aunque no, pues salud y hasta el próximo (bien flexible) post.